El estudio de los cristales se denomina cristalografía.
Muchos de ellos contienen moléculas de agua en proporciones fijas y determinadas; ésta es la llamada agua de cristalización, que los hace a menudo vivamente coloreados. Al desaparecer por calentamiento, los cristales pueden perder el color que el agua les daba. El sulfato de cobre, por ejemplo, forma hermosos cristales azules que contienen cinco moléculas de agua por cada una de sulfato de cobre; calentándolo, pierde agua y se vuelve blanco.
Sistemas cristalinos
Un cristal está constituido por muchas unidades idénticas, con cierta disposición entre sus átomos. Hay siete sistemas cristalinos diferentes, definidos por sus ejes cristalográficos. Los cristales del sistema cúbico, también llamado isométrico, tienen tres ejes de igual longitud, que forman ángulos rectos entre sí. La sal gema y el alumbre cristalizan en este sistema. Los del sistema tetragonal tienen tres ejes que se cortan en ángulos rectos, pero uno de ellos es más largo o más corto que los demás. El circon o silicato de circonio, y la casiterita, o dióxido de estaño , forman cristales de este tipo. Los del sistema rómbico, u ortorrómbico, tienen tres ejes en ángulos rectos, pero todos son de distinta longitud. La aragonita, o carbonato de calcio cristaliza en este sistema. Los del monoclínico tienen tres ejes desiguales, dos en ángulo recto, como ocurre en el yeso. Los del sistema triclínico son todos desiguales y no forman ningún ángulo recto. Los del sistema hexagonal tienen cuatro ejes, tres en el mismo plano y del mismo largo, en ángulos de 60° y el cuarto, de distinta longitud, en ángulo recto con los demás. Algunos tienen formas de prismas de seis lados. El cuarzo y el berilo dan hermosos cristales hexagonales.
Los del sistema trigonal o romboédrico, que algunos autores consideran incluidos en el hexagonal, poseen los mismos ejes que los de este sistema, pero el eje perpendicular es trigonal, pues haciendo rotar el cristal alrededor de él, presenta tres veces la misma forma. Un ejemplo de cristal de este sistema es el de la calcita.
Se utilizan en joyería y como compuestos químicos. Pero, además, tienen varias aplicaciones, particularmente en electricidad . Los piezoeléctricos producen electricidad cuando son sometidos a presiones o deformaciones mecánicas. Los de tartrato sódico potásico pueden producir señales de igual frecuencia que las de ondas de sonido y se utilizan por eso en tocadiscos, micrófonos y audífonos. Los de cuarzo son empleados, por su piezoelectricidad, en la fabricación de osciladores; los de germanio, como semiconductores, que tienen aplicación en los transistores y circuitos integrados .
Osciladores electrónicos a cristal .
Uno de los fenómenos naturales que debemos mencionar ahora es la piezoelectricidad, se trata de una particularidad que presentan los cristales de ciertas sales minerales, como la sal de la Rochelle y de Seignette , que si se someten a una presión vibran, produciendo una corriente eléctrica, o producen una vibración al ser sometidas a una tensión eléctrica. En este caso nos interesa mencionar la segunda parte, o sea la vibración que producen, la cual se cumple con una cierta y determinada frecuencia, que depende, del espesor de la lámina que se ha cortado del trozo de cristal. En ese caso se adivina inmediatamente que si obtenernos una vibración, ésta da origen a una señal alterna, y entonces la pastilla aludida puede reemplazar a un circuito oscilante. Como la frecuencia producida depende únicamente del espesor de la pastilla, se obtendrán osciladores de gran fijeza de frecuencia, cosa muy interesante en emisores que deben cumplir con requisitos que especifican esa condición.
Las sales mencionadas se encuentran en forma de cristales de formación prismática hexagonal, tal corrió lo muestra la figura siguiente :

Fig. - Un cristal de sal de la Rochelle mostrando sus tres ejes fundamentales.
y presentan tres ejes definidos que se marcan en la misma figura. Para cortar las láminas destinadas a osciladores se trazan planos perpendiculares a los ejes X o Y, tal como lo indica la figura siguiente:

Fig. - Cortes de los cristales que se emplean en piezoelectricidad.
La particularidad de ambos cortes es que el llamado corte en X, ilustración a de la citada figura , da láminas con coeficiente de temperatura negativo, y haciendo el corte en Y, ilustración b, se tiene coeficiente de temperatura positivo; esto quiere decir que en el tipo X la frecuencia tiende a disminuir al aumentar la temperatura ambiente y en el Y tiende a aumentar con la temperatura. La solución lógica surge inmediatamente, haciendo cortes inclinados, en posiciones intermedias entre las a y b de la figura arribe se logran cristales casi insensibles a las variaciones de temperatura.
Siempre la frecuencia es inversamente proporcional al espesor de la lámina de cristal, y tal frecuencia, expresada en Megahertz por segundo , resulta de dividir un coeficiente comprendido entre 2 y 3 millones, por el espesor de la lámina en milímetros: la cifra del coeficiente depende del tipo de corte . Pero los cristales se adquieren diréctamente marcados con la frecuencia de trabajo , de modo que para usarlos no hay que calcular nada .
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