Electrotecnia
- Industria
Sobretensiones
en líneas de transmisión eléctrica |
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Sobretensiones
de origen externo
Ya hemos definido anteriormente este tipo de sobretensiones. Los fenómenos más
importantes que cabe considerar como productores de sobretensiones
son los siguientes
- inducción electrostática
- carga progresiva de los conductores por
rozamiento del aire circundante
- carga producida por cortar diferentes
superficies de nivel eléctrico
- descargas directas (rayos)
- inducción producida por descargas
atmosféricas cercanas
Todos estos fenómenos provocan sobretensiones
exteriores, en parte de naturaleza oscilante y en parte como
ondas de choque. A continuación estudiaremos estos
fenómenos y las características de las sobretensiones
que pueden producir. |

Fig. 1 - Curso de la tensión
de una onda errante en función de¡ tiempo. |
Inducción electrostática
Sabemos que un conductor
cargado de electricidad obra inductivamente sobre otro cercano
de tal modo que los elementos del primero situados en la proximidad
del segundo y cargados con electricidad de cierto signo atraen
a los del otro de signo contrario. Por lo tanto, si tal como
se representa en la figura siguiente , una nube cargada positivamente
se aproxima a una línea eléctrica induce en
ésta, cargas eléctricas de signo contrario,
es decir, en nuestro caso de signo negativo. Por el momento
todavía no hay sobretensiones, ya que la nube se acerca
lentamente a la línea y la carga eléctrica del
mismo nombre, sobre la línea, queda repelida, evacuándose
a tierra por medio. de transformadores de tensión puestos
a tierra, de bobinas de contacto a tierra, etc...

Fig. 2 - Efecto
de una nube cargada positivamente sobre una línea aérea
Pero si por causas tales a
la caída de un rayo entre la nube y otra nube de carga
contraria o entre esta misma nube y tierra, desaparece la
carga de la nube repentinamente, entonces las cargas de la
línea quedan libres, puesto que ya no son atraídas
por las de la nube. Esta circunstancia provoca en la línea
la aparición de sobretensiones proporcionales a la
carga, que se propagan a ambos lados de la línea en
forma de ondas errantes y con la velocidad de la luz, tal
como hemos visto en un parágrafo anterior, que incluso
pueden provocar descargas eléctricas, de naturaleza
ondulatoria en los puntos mal aislados de la línea.
Veremos más adelante cómo pueden reducirse estas
sobretensiones.
Carga progresiva de los conductores
por rozamiento del aire circundante .
Cuando el aire está cargado
de electricidad, las partículas electrizadas contenidas en
el aire (polvo, moléculas de agua, etc ... ), por rozamiento
comunican su carga a los conductores. La cantidad de electricidad
así aportada es proporcional a la longitud del conductor;
esta tensión resulta también tanto mayor cuanto mejor
aislados estén los conductores.
Las sobretensiones producidas por
estas causas son de carácter muy parecido a las provocadas
por la inducción electrostática, de las que hemos
hablado en el parágrafo anterior.
Carga producida por cortar diferentes
superficies de nivel eléctrico .
Como la Tierra puede considerarse
un cuerpo cargado, emite líneas de fuerza que terminan en
nubes cargadas con potencial opuesto, o se extienden indefinidamente.
Las superficies perpendiculares a estas líneas, que tienen
todos sus puntos al mismo potencial, son las superficies equipotenciales,
llamadas también superficies de nivel. Si un conductor corta
una de estas superficies, en dicho conductor se induce una carga
eléctrica.
Cuando los conductores recorren comarcas
llanas o casi llanas, estas causas de sobretensión son imperceptibles
con tiempo tranquilo. Por el contrario, si cerca se desplazan nubes
tempestuosas o si el aire está fuertemente cargado de electricidad,
las superficies de nivel se deforman y las cargas inducidas en los
conductores pueden alcanzar valores importantes. Se han observado
diferencias de tensión de 50 a 250 V por metro de altura.
Esta causa de sobretensiones es particularmente
importante cuando los conductores pasan por las cumbres de montañas,
porque en estos sitios las superficies equipotenciales están
muy próxima, pudiendo haber tensiones a tierra hasta de 10
kV.
Estas sobretensiones son de carácter
muy parecido a las que hemos estudiado en los dos parágrafos
anteriores.
Descargas directas
Se denomina descarga directa o rayo
a la que se produce en caso de tormenta entre nube y nube o entre
nube y tierra. Está caracterizada por las enormes tensiones
puestas en acción, por las elevadas intensidades y por su
pequeñísima duración.
El origen del rayo no está,
ni con mucho, bien estudiado, debido, entre otras causas porque
la rapidez con que se produce este fenómeno hace muy difícil
su estudio. Podemos, sin embargo, intentar una explicación
a dicho fenómeno.
La atmósfera contiene siempre
iones positivos y negativos; con buen tiempo, predominan los iones
positivos. La masa terrestre está cargada negativamente y
con el exceso positivo de la atmósfera constituye el campo
eléctrico del aire.
Las tormentas sobrevienen cuando
en la atmósfera se interponen capas de aire húmedo
entre el suelo y otras capas superiores más frías,
lo que produce corrientes de aire húmedo y caliente violentamente
impulsado hacia arriba en remolinos, con enfriamiento y formación
de nubes por condensación parcial del vapor de agua contenido
en el aire. Parece ser que la acumulación de cargas eléctricas
está causada por el rozamiento de las gotas de lluvia con
el aire de la atmósfera y, en menor grado, por la fragmentación
de las gotas grandes de agua en gotas más pequeñas.
De esta forma, el conjunto nube-tierra viene a resultar como las
dos placas de un condensador que se va cargando cada vez más.
Cuando la intensidad del campo eléctrico se hace suficientemente
elevada (unos 500 kV/m), el condensador así formado se descarga
casi instantáneamente, originándose el rayo o descarga
directa entre la nube y la tierra o, en otros casos, entre nubes
cargadas con distinto signo.
Generalmente, los rayos son negativos,
es decir, que se producen en nubes cargadas negativamente. A causa
del elevado campo eléctrico, surgen de las nubes descargas
previas en chispas de 10 a 200 m; transcurrido cierto tiempo, el
canal luminoso se apaga, aproximadamente durante 0,1 milisegundos
y después se forma la siguiente etapa algo más profundamente
o, en otros casos, más lejos, hacia tierra, de tal forma
que esta descarga previa, transcurrido 1 milisegundo, se prolonga
hasta la tierra misma. Inmediatamente se forma la descarga principal
que establece la compensación de cargas eléctricas
entre nube y tierra.
La forma más frecuente es
el rayo lineal, constituido por una o varias descargas previas y
la correspondiente descarga principal. La descarga previa, llamada
también rayo preparatorio, se establece con una velocidad
media de unos 11.000 km/seg; el rayo principal posee una velocidad
de formación de unos 60.000 km/seg. Del canal luminoso propiamente
dicho sale una serie de ramificaciones en forma de descargas en
haces o descargas en efluvios. Estas ramificaciones son fuertes
junto al polo positivo y mucho más débiles junto al
polo negativo.
El rayo superficial está caracterizado
por una mayor duración de descarga, que alcanza aproximadamente
a 0,1 segundo y no presenta un canal de chispas alargado sino solamente
descargas en haces y en hilos luminosos. Se trata de descargas en
bandas, sobre numerosas gotitas y cristales de hielo de las nubes.
Se han observado también otros
tipos de rayos (esféricos, de collar de perlas, etc ... )
pero son muy raros y sin interés especial para nuestro estudio.
Vamos a dar
algunas características típicas del rayo:
- Tensión de las nubes
tormentosas de 100 a 1.000 MV
- Campo eléctrico para
la formación del rayo = 500 kV/m
- Intensidad de corriente
de 10 a 50 kA (excepcionalmente, hasta 200 kA)
- Cantidad de electricidad
descargada, casi siempre inferior a 1 Amperiosegundo, aunque
algunas veces se llega a 20 Amperiossegundo.
La corriente desarrollada es
una onda de choque de la forma expresada en la figura siguiente
y que tiene las siguientes características:
- Duración del frente:
de 1 a 10 microsegundos.
- Pendiente de crecimiento:
de 5 a 12 kA/microsegundo..
- Duración de cresta
media: de 10 a 50 microsegundos.
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Fig. 3 - Características
de la onda de tensión de una descarga directa . |
El rayo puede deteriorar las instalaciones
eléctricas de forma directa (rayo directo) o de forma indirecta
(rayo indirecto). El caso más frecuente, y también
el más peligroso, de rayo directo es cuando la descarga cae
directamente en la línea. En este caso, la línea recibe
bruscamente una tensión muy elevada, con lo que pueden producirse
descargas a tierra a través de los postes o del cable de
tierra, si se instala este elemento de protección.
La experiencia ha demostrado que
si la descarga se produce directamente sobre un poste, éste
recibe aproximadamente el 60 % de la corriente del rayo y solamente
el resto recorre el cable de tierra o la línea para repartirse
según se indica en la citada figura siguiente :

Fig. 4 - Reparto de
las corrientes a tierra en una línea aérea cuando la descarga directa
se produce sobre un poste.
Si la descarga se produce en un
vano entre dos postes, el reparto de las corrientes se realiza como
está indicado en la figura siguiente :

Fig. 5 - Reparto de
las corrientes a tierra en una línea aérea cuando la descarga directa
se produce en el centro de un vano entre postes.
Por lo tanto, y de acuerdo con lo
dicho en el párrafo anterior, la máxima intensidad
en un poste alcanza un 60 % de la del rayo. En el caso expresado
en la figura 4 se han registrado corrientes de poste de hasta 60
kA de valor de cresta. Si se supone, por ejemplo, que la resistencia
de paso del poste con relación a tierra es de 20 ohmios,
esto exige que el poste soporte un potencial de :
60 x 20 = 1.200 kV
A causa de esta elevadísima
tensión, puede suceder que se produzcan descargas de retroceso
desde el poste hacia las líneas. Para evitar estas descargas,
la resistencia de paso del poste debe ser lo más reducida
posible, de forma que siempre la resistencia de paso del poste a
tierra resulte menor que la tensión de descarga superficial
por choque de los aisladores. Por ejemplo, si se utilizan aisladores
normales, para una línea de 110 kV, la resistencia de paso
ha de ser inferior de 15 ohmios y, para una línea de 50 kV,
inferior de 8 ohmios. Es muy difícil obtener las resistencias
de derivación a tierra francamente bajas, que se necesitan
para evitar las sobretensiones indicadas; con los medios de protección
actualmente empleados, se consiguen desviar a tierra hasta
un 97 % de las descargas. Entonces, se puede dimensionar la tierra
del poste para una corriente de 40 a 50 kA.
Cuando un rayo directo cae sobre
un poste de madera, generalmente se producen grietas y resquebrajaduras,
con el peligro de que la corriente ulterior de servicio pueda hacer
que arda el poste.
Cuanto más seguras son las líneas,
más expuestas están las estaciones de transformación a perturbaciones,
ya que pasan a ser los puntos más débiles de la red. Estas perturbaciones
pueden estar originadas por rayos directos o por ondas errantes
debidas a descargas en otros puntos de la línea. La tensión de la
onda incidente corresponde a la tensión de descarga superficial
por choque de los aisladores de la línea aérea. Téngase en cuenta
que, tal como se dijo
al estudiar las ondas errantes, en las estaciones de cabecera,
la onda se refleja y, por lo tanto, se dobla la tensión. El efecto
corona y la resistencia óhmica de las líneas amortiguan la onda
errante en su camino por la línea. Ocasionalmente, también se producen
descargas directas, con las consiguientes averías, en los cables
subterráneos, aunque parezca que están protegidos por la misma tierra
contra los efectos de estas descargas. Sin embargo, estas perturbaciones
debidas a rayos se originan solamente en los cables tendidos en
suelos poco conductores; en estos casos, la descarga se propaga
a lo largo de la armadura y de la envoltura de plomo, en busca de
los puntos en que la tierra ofrece una buena conductividad eléctrica.
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